AVISO: Esta no es una entrada al uso, no ofrece datos
interesantes para jugar, ni aporta consejos para disfrutar de los juegos de
rol, ni recomienda nuevos sistemas. Por no ser no es ni siquiera una entrada
demasiado seria.
Bien, pues tras el disclaimer, y si todavía sigues aquí, me
gustaría compartir algo que me ha ocurrido esta misma tarde en Barcelona. No,
no da ni para leyenda urbana, pero me gustaría compartirlo.
Ejem.
A eso de las cinco de la tarde montado en uno de tantos
trenes de cercanías que llevan a la
Ciudad Condal, armado de paciencia me proponía comprar una camisa nueva que
pudiera llevar currando y no provocara mi muerte por sarampión (que vienen los
calores todo sea dicho de paso).
Adquirida la susodicha camisa en un tradicional comercio de
la calle Pelayo, a pie de tren como aquel que dice, he ido a degustar unas
bravas y una caña, para bajar el sofoco y esas cosas.
Tras ponerme fino con las patatas y en plan monólogo interno
me he dicho “oye, ya que estas por aquí, pásate por una de esas tiendas de
cosas de segunda mano que hay en el barrio, igual te agencias algo interesante”.
Ni corto ni perezoso (bueno, si, con cierta pereza) me he
dirigido a la antes mencionada tienda de la que no daré nombres por no poner
publicidad.
Una vez en el lugar y deambulando por dentro de la superficie
de ventas he mirado ora telefonos, ora juegos añejos para consolas vetustas,
ora herramientas que hacen volar la imaginación de uno. Pero una vez en la
sección (o debería decir amontonamiento) de libros he visto tres lomos que me
han llamado la atención, a saber:
-Tirant Lo Blanc, juego de rol en catalán de Joc
Internacional
-Hijas de la noche, un suplemento para Runequest, de la
misma editorial
-Runequest avanzado
Vale, menos el Hijas de la noche ya tenía los otros dos, pero
dado el precio minúsculo del que hacían gala, pues les he echado mano.
Primera sorpresa: Dentro del Runequest avanzado venia El
Señor de las Runas, la pantalla del master de Runequest vamos, editada también
por Joc. Y ojo, que esta no la tenía.
Contentísimo con mi compra y el hallazgo sorpresa me monto
en un bus para viajar contemplativamente de vuelta a casa (echándome una siestaca
indecente dicho en otras palabras).
Ya en casa procedo a abrir el material, comprobar
detenidamente en que estado real se encuentra (y lo digo, por el precio pagado
podría estar semicalcinado y lleno de rayotes, que también compensaba): El
Tirant lo Blanc viene dedicado por su autor y Ricard Ibáñez, las hojas del
Runequest avanzado están a puntito de caerse (característica típica de los Runequest
de Joc), el Hijas de la Noche tiene una esquina algo dañada, el Señor de las
runas incluye un mapa y unas figuras troqueladas con descuadre de impresión…
vaya, que fastidio, no está el libreto del director de juego, el bulto lo hacían
viejas hojas de personaje… COÑO.
Sorpresa segunda: Son hojas de antiguos miembros del club
Auryn de Barcelona, la primera de ellas de Ricard Ibáñez.
Conclusión: Aunque historiador cesante hoy me he sentido un
poco arqueólogo de esto del rol.
PD: Ricard Ibáñez me ha confirmado que es un personaje suyo
de antaño, hallazgo, emisión de tesis y confirmación todo en una tarde. Para
que luego digan que el rol no te puede hacer feliz :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario