viernes, 18 de agosto de 2017

El Errante, un espíritu burlón para Arx


Entre los enanos que moran en el Gran Bosque de Arx es común la leyenda de El Errante, un ser de gran poder y de ánimo caprichoso que vive entre los árboles desde tiempo inmemorial. A continuación se ofrecen algunas ideas para utilizar esta entidad en vuestras partidas de fantasía de OCYO, preferentemente en el suplemento de fantasía Arx.

Este espíritu, pues así es como se le puede definir, es una herramienta del director de juego tanto para ayudar como para dificultar las acciones de los personajes dentro del Gran Bosque, o en ocasiones simplemente añadir algo de interés a la trama mediante la presencia de un ente mágico que escapa a su compresión.

Conviene no abusar de este recurso ni darle protagonismo en las historias, recordad que las aventuras son de quienes las viven, no de las criaturas que las pueblan.



El Errante

Con un aspecto poco amenazante, muy cercano por estatura a un enano pero de cabeza mucho más grande y puntiagudas orejas, El Errante es una criatura mágica que mora en los confines del Gran Bosque.

Porta consigo un cayado con forma de garra que sostiene una gema brillante y viste con ropajes de alta calidad, aunque algo extraños para las modas mundanas.

Lo que más llama la atención de este ser de pequeña estatura es que no parece caminar nunca, desplazándose flotando donde quiera que vaya mientras mantiene una mirada curiosa y una sonrisa en su rostro en todo momento.

Cuando alguien se encuentra con El Errante este se muestra siempre cordial, pero responde a todas las preguntas que se le hagan con otras preguntas, lo que puede sacar de quicio a más de uno.

El Errante tiene por costumbre castigar el mal que se le haga al bosque, pero casi nunca de manera permanente, por otra parte, si los personajes están en gran peligro y juzga que son buenas personas o menos malos que los peligros que les acechan, El Errante les echará una mano.

El Errante carece de estadísticas de juego, está tan lejos de las capacidades de los simples mortales que es difícil decir lo que podría hacer si simplemente se cansara de vivir en los bosques, pero a continuación listamos algunas de las cosas que puede llevar a cabo.

El Errante siempre actuará primero en un turno, independientemente de las iniciativas de aquellos implicados.

El Errante puede a voluntad desaparecer, sin más, dejando tras de si un leve olor a flores nocturnas.

El Errante puede convertir a voluntad a cualquier criatura inteligente en un animal durante tanto tiempo como desee (segundos, minutos, horas), normalmente elige formas de roedores como ratas, conejos o similares. La criatura transformada retiene su voluntad pero es incapaz de comunicarse verbalmente. Si alguien hace enfadar a El Errante lo suficiente este cambio puede llegar a ser permanente.

El Errante puede sanar todas las heridas y/o enfermedades de una criatura que se encuentre lo bastante cerca como para tocarla con su bastón, puede incluso devolver miembros amputados o sanar daños permanentes.

El Errante puede conjurar cualquier efecto meteorológico a voluntad, tardando un turno entero en manifestarse: niebla, lluvia, viento… aunque normalmente no lo hace de modo extremo.

El Errante puede teleportar dentro del Gran Bosque a cualquier criatura a voluntad, a cualquier punto del mismo.

El Errante puede lanzar cualquier conjuro a cualquier nivel sin fallo siempre que lo desee, pero normalmente los utiliza a nivel básico.


Por último, el errante jamás pierde su sonrisa, pero si hay alguien lo suficientemente desafortunado como para presenciar tal incidente, hay que decir que tiene pocas esperanzas de volver a ver el mundo fuera del Gran Bosque.

Para descargar Arx haz click AQUI